Características de la Agorafobia

La característica esencial de la agorafobia es un intenso miedo o ansiedad provocados por una exposición real o anticipatoria a una amplia gama de situaciones:

  • Estar en espacios cerrados como teatros, cines, supermercados.
  • Estar de pie haciendo cola o estar en medio de una multitud.
  • Estar en espacios abiertos como zonas de estacionamiento, mercados, y puentes.
  • El uso del transporte público como automóviles, autobuses, trenes, barcos, aviones.
  • Quedarse solo en casa o estar lejos de casa.

Los miedos desencadenados por esas situaciones hacen que las personas piensen que algo terrible les podría suceder. Creen que podría ser difícil salir de ese tipo de situaciones (ej: no podré salir de aquí) o que sería poco probable disponer de ayuda en el momento en que se presentaran los síntomas incapacitantes o embarazosos similares a los del pánico (por ej: no va a haber nadie que me ayude).

 

Los síntomas, similares a los del pánico son:

  • Palpitaciones, o golpeteo del corazón o aceleración de la frecuencia cardíaca.
  • Sudoración.
  • Temblor o sacudidas.
  • Sensación de dificultad para respirar o asfixia.
  • Dolor o molestia en el tórax.
  • Náuseas o malestar abdominal.
  • Sensación de mareo, inestabilidad, aturdimiento o desmayo.
  • Escalofrío o sensación de calor.
  • Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo)
  • Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (separarse de uno mismo).
  • Miedo a perder el control o a “volverse loco”.
  • Miedo a morir.

 Otros síntomas podrían ser:

  • Vómitos.
  • Síntomas inflamatorios del intestino.

La cantidad de miedo varía de acuerdo a la proximidad con la situación temida y puede incluso ocurrir en anticipación. Además el miedo o la ansiedad puede tomar la forma de un ataque de pánico de síntomas limitados o completo (ataque de pánico esperado).

Cada vez que aparece la situación temida el miedo y la ansiedad se evocan. La persona entonces evita activamente la situación temida, pero si no puede o decide no evitar la situación, le provoca un miedo o una ansiedad intensa. Evitar activamente significa por ejemplo que la persona puede cambiar de rutinas diarias, elegir un trabajo cercano para no usar el transporte público.

Muchas veces, cuando la evitación es grave, la persona puede quedar completamente recluída en la casa. Sin embargo es importante diferenciar los temores agorafóbicos de los temores razonables como por ejemplo, salir de casa durante una fuerte tormenta.

Los adultos mayores son propensos a atribuir en exceso sus temores a limitaciones relacionadas con la edad y menos propensos a tener un criterio más realista con respecto al riesgo real.

La agorafobia debe diagnosticarse sólo si el miedo, la ansiedad o la evitación persiste o si hay un deterioro significativo en la calidad de vida de las personas.

La duración de “seis meses o más» excluye a las personas con problemas transitorios.

 

PREVALENCIA

  • Cada año el 1,7% de los adolescentes y de los adultos es diagnosticado de agorafobia.
  • Las mujeres tienen el doble de probabilidad que los varones de experimentar agorafobia.
  • La incidencia máxima se encuentra en la adolescencia tardía y en la vida adulta temprana.
  • La primera aparición en la infancia es poco común.

 

DESARROLLO Y CURSO

En las muestras clínicas, el 50% de las personas con agorafobia refieren ataques de pánico o trastorno de pánico antes de la aparición de la agorafobia.

Al menos que se trate, el curso de la agorafobia es persistente y crónico.

A largo plazo las personas que padecen de agorafobia se asocian con un riesgo elevado de sufrir depresión, distimia o consumo de sustancias.

 

FACTORES DE RIESGO Y PRONOSTICO

  • Temperamentales: La conducta inhibida o sensibilidad a la ansiedad están estrechamente relacionadas con la agorafobia, como así también la disposición a creer que los síntomas de ansiedad son perjudiciales.
  • Ambientales: Los sucesos negativos en la infancia ej: separación y muerte de los padres y otros acontecimientos estresantes se asocian con la aparición de la agorafobia.
  • Genéticos y fisiológicos: La heredabilidad de la agorafobia es de un 61%. Es la fobia que tiene la asociación más intensa y específica con el factor genético de propensión a las fobias.

 

CONSECUENCIAS FUNCIONALES DE LA AGORAFOBIA

Las personas que padecen de agorafobia tienen una considerable discapacidad en lo que se refiere a productividad laboral, más de un tercio de ellos permanece completamente recluído en su casa sin poder trabajar.

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