Tratamiento del Trastorno de Pánico

Si bien los trastornos de pánico pueden ser una condición angustiante y persistente, tienen tratamiento y solución, aun así cuando los síntomas suelen ir y venir sin aviso previo e incluso pueden desaparecer por un tiempo para luego reaparecer.

Los tratamientos psicológicos más eficaces y breves para los trastornos de pánico son los que siguen un enfoque cognitivo-conductual. Estos tratamientos, con el adecuado diagnóstico aplicado por psicólogos especialistas en problemas de ansiedad, se basan en enseñar al paciente diferentes estrategias para confrontar y controlar las crisis de pánico y así reducirlas hasta que desaparezcan.

 

Psicoeducación

Los primeros pasos del proceso de psicoeducación son explicarle al paciente y a su familia las características del trastorno y el tratamiento específico para su recuperación. Es importante que éstos sepan que si bien los síntomas pueden ser severos no implican riesgo de muerte.

 

Los objetivos de la terapia son:

  • Reducir la ansiedad anticipatoria es decir el estado de alerta del paciente en cuanto a la reaparición de una nueva crisis.
  • Tratar las conductas fóbico evitativas.
  • Identificar y corregir las distorsiones cognitivas, es decir los pensamientos automáticos atemorizantes.
  • Exponer al paciente a situaciones temidas y evitadas o afrontadas con marcado malestar.
  • Entrenar al paciente en respiración y técnicas de relajación.

 

La terapia cognitiva conductual junto con la farmacoterapia son los tratamientos de elección para este trastorno. Si el cuadro es severo por la intensidad y frecuencia de las crisis el tratamiento farmacológico es imprescindible. Por eso es muy importante bloquear las crisis lo antes posible, ya que las mismas mantienen y alimentan el pánico reforzando, como dijimos antes, el círculo vicioso característico de estos trastornos. Numerosos estudios han demostrado que determinados psicofármacos resultan eficaces para las crisis de pánico. Entre ellos se encuentran :

  • Las benzodiacepinas de alta potencia,
  • Antidepresivos tricíclicos,
  • Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina.

Las técnicas que se instrumentan desde el comienzo del tratamiento y la medicación ayudan a que el paciente se sienta más en control de la situación, sin el temor a estar a merced de los síntomas. Las crisis de pánico no desaparecen solas.

TIPS

Ejercicio de respiración: inhale por la nariz llevando el aire a la zona abdominal y suelte el aire lentamente por boca o inhale y exhale dentro de una bolsita de papel madera. Esto hará que se restablezca el equilibrio entre el oxígeno y el anhídrido carbónico en sangre.

Ejercicio de relajación: intente relajar los músculos del cuerpo, comience por soltar la mandíbula, afloje el ceño que debe estar fruncido, y luego intente tomar conciencia del cuerpo y con intención recórralo para intentar aflojarlo, yendo desde la cabeza hasta los pies.

Luego del ataque: Si aún no consultó con un especialista, hágalo. No espere a que las áreas importantes de su vida sean invadidas por el miedo y la evitación.

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