¿Es peligroso que los niños jueguen Fortnite?
Este fenómeno masivo que ha ganado gran popularidad entre niños y adolescentes se trata de un juego multiplataforma online de carácter gratuito (aunque cuenta con opciones de pago para mejorar la personalización). El objetivo primordial del juego es ser el último en sobrevivir en batallas contra otros jugadores de todo el mundo (hasta 100 por partida). Si bien el juego en sí mismo no posee violencia grafica equiparable a la de otros juegos de la generación actual, muchos padres han comenzado a expresar preocupación por el carácter adictivo del mismo y por efectos negativos que presentan sus hijos y que han asociado al juego. Si bien es cierto que la OMS ha contemplado la adicción a videojuegos como un trastorno de la nueva era, asociándolo principalmente a sintomatología de ansiedad, irritabilidad y depresión, lo cierto es que los juegos virtuales (al igual que cualquier dispositivo tecnológico que hemos incorporado a nuestra vida) no son un mal en sí mismo. La participación en este tipo de juegos incluso tiene un papel importante en el logro de pertenencia para muchos grupos de jóvenes. El secreto es aprender a diferenciar “uso” de “abuso” o “uso indebido” de este tipo de tecnologías, y para ello es beneficioso considerar algunas recomendaciones generales:
- Este juego (como muchos otros online) contiene chat abierto (que posibilita hablar mediante mensajes escritos o de voz con desconocidos). Por esto es importante hablar con los chicos sobre la privacidad de los datos, no mencionar lugar de residencia, nombre real, etc. Las consolas incorporan la posibilidad de ocultar el nombre real ante desconocidos, como también desactivar los chats abiertos, por lo que una configuración responsable es importante.
- El tiempo de juego diario no debería exceder las 2 hs diarias en ningún caso. Tiempos más prolongados han sido asociados a estados de ansiedad e irritabilidad.
- Dado el alto nivel de excitabilidad que produce el juego, no debería jugarse cerca del horario de dormir, ya que puede ocasionar alteraciones en la calidad del sueño y descanso del niño.
- De ser posible, el lugar de juego debería ser un espacio común de la casa, para poder monitorear el tipo de intercambios que se producen en el juego.
- Como consideración final, es importante aclarar que este juego tiene una clasificación para mayores de 13 años. Si bien esto no limita totalmente el uso niños menores a esa edad, si es necesario considerar medidas de supervisión más detalladas.