Algunos TIPS útiles para evitar la rivalidad entre hermanos
Cierto grado de conflicto y pelea entre hermanos es normal, casi universal. En este vínculo primario de amor y confianza se aprende y desarrollan habilidades sociales que serán útiles en el entorno escolar durante la infancia y la vida social en general de un chico. Una intervención adecuada de los padres puede favorecer este vínculo o bien una intervención equivocada puede fomentar mayor rivalidad.
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Destacar y fomentar las buenas acciones de uno hacia otro. Por ejemplo, “¿Viste Caro, qué bien que tu hermano te prestó su juguete cuando vos nos tenías el tuyo?” Reconocer una buena acción genera empatía entre los hermanos y motiva su repetición.
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Frente a situaciones de pelea, no acusar a uno de ellos. Evitar preguntas como «Nico, ¿qué le hiciste?» y en su lugar, intentar preguntar más ampliamente como: “Chicos, ¿qué pasó?» De esta manera, los dos tienen lugar a contar qué ocurrió desde el propio punto de vista.
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No asignar roles del mayor y el menor: la colaboración entre ellos debe ser mutua, cada uno en la medida de sus posibilidades. No recargar al mayor de obligaciones y al menor solo de beneficios. Generar la idea de equipo entre ellos, compartiendo las responsabilidades: por ejemplo, acomodar juntos los chiches.
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Respetar las diferencias ente ellos: los gustos, los intereses, no tienen que ser iguales. No intentar que uno se adapte a los gustos del otro. Si uno quiere fútbol y el otro guitarra, respetar las individualidades es importante.
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Nunca compararlos ni etiquetarlos. Esto genera rivalidad y competencia.
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Estimular momentos de juego compartido así como espacios de individualidad. Tanto entre sí como con los padres.