El estrés puede producirse por situaciones objetivamente desagradables, sucesos estresantes o por cómo nos tomemos los eventos en nuestra vida cotidiana. Las consecuencias del estrés serán distintas según las personalidades individuales y el momento vital de cada uno,
Ante una situación de alarma nuestro cuerpo se prepara para enfrentar la amenaza produciéndose una serie de cambios fisiológicos, y emocionales.
Síntomas fisiológicos
- Una elevada activación fisiológica ( taquicardia )
- Incremento de las hormonas del estrés (Adrenalina y Cortisol)
- Respiración acelerada
- Subida de azúcar en sangre
- Nudo en el estomago
- Insomnio
- Tensión muscular
- Estados emocionales de miedo, ira, tristeza
- Ansiedad y preocupación por el futuro
- Dificultad para concentrarse, pensamientos obsesivos, excesiva autocrítica.
- Angustia y Rumiación.
- Pesimismo.
En nuestra vida diaria estamos sometidos a una serie de cargas, algunas provenientes del exterior, como la actividad laboral, el estudio, presiones sociales, y también demandas internas, personales, como aspiraciones, deseos, metas etc.
El equilibrio entre las demandas y las exigencias a las que estamos sometidos y nuestra habilidad para enfrentarlas determina nuestra capacidad adaptativa.
Para poder responder con el menor impacto en nuestra salud a las situaciones de estrés, debemos equilibrar la balanza poniendo en el platillo la mayor cantidad de recursos, para hacer frente a las exigencias.
Cuanto más herramientas más probabilidades de reducir y manejar el estrés
DIFERENCIAS entre ESTRÉS AGUDO y CRÓNICO
Estrés Agudo: Es una respuesta adaptativa del organismo necesaria para sobrevivir a situaciones extremas. Luego cuando la amenaza desaparece todas las funciones vuelven a la normalidad, es una reacción transitoria.
Estrés Crónico: La sobrecarga es continua en el tiempo y desborda nuestros recursos, afectando las defensas del organismo. Deja de ser adaptativo.
La actitud con que se enfrente el estrés, determinará que sea positiva o negativa para la vida y así nos adaptaremos mejor a los desafíos estresantes.
Podemos desarrollar habilidades para nuestra salud
- Tener Tolerancia
- Autocontrol de nuestras emociones
- Cultivar flexibilidad: Adaptarnos para cambiar creencias, rutinas
- Conexión Interpersonal
- Tener experiencias positivas en el aquí y ahora.
- Realizar ejercicios físicos, caminar, nadar, bailar, hacer un deporte
- Tener un Propósito, un objetivo en la vida
- Descansar
- Dieta saludable
- Apoyo Social
- Cultivar el autoconocimiento para el bienestar psicológico (Terapia,
Mindfulness, autoconocimiento de mis emociones. - Buscar ayuda
- Utilizar las aptitudes que fueron útiles en el pasado para superar las
situaciones difíciles.
Cuantos más recursos más probabilidades de reducir y manejar el estrés. Y para ello es importante conocer y registrar los mensajes que nos da nuestro cuerpo y así tener un equilibrio necesario para la salud.
Lic. Claudia Erlich
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