En nuestro país, los chicos pasan en promedio cincohoras totales por día frente a la pantalla de diferentes dispositivos de multimedia. Tablets, Tv, videojuegos, reproductores de música, Smartphones, entre otros, mantienen a los niños entretenidos e interconectados por medio del soporte virtual.
Dado que se trata de un fenómeno que tiene su génesis en la generación actual, no existen precedentes en cuanto a mecanismos para regular este tipo de comportamiento. Los límites no suelen ser claros, al igual que se suele desconocer muchas de las consecuencias negativas que podría tener el abuso de estas tecnologías.
Un chico que pasa más horas de las recomendadas frente a estos dispositivos se expone a riesgos diversos que van desde consecuencias físicas hasta secuelas psicológicas y sociales. Los principales riesgos que pueden citarse son:
• Trastornos en la conciliación del sueño.
• Dolores frecuentes (principalmente dolores de columna o articulaciones).
• Problemas de obesidad.
• Dificultades asociadas a problemas de atención.
• Estado de ánimo irritable.
• Depresión y/o ansiedad.
• Aislamiento social.
Es importante aclarar que no es la intención de este artículo demonizar a esta clase de dispositivos. Lo cierto es que, tal y como se mencionó con anterioridad, el uso de estos artefactos forma parte de la cultura de las generaciones actuales. Eliminar por completo el acceso a dichos sistemas implica en muchos casos incluso una exclusión mayor para los jóvenes, que dejan de compartir estos intereses y conexión virtual con sus pares, quedando fuera de las rutinas socialmente aceptadas para el rango etario. La conexión mediante redes sociales sirve como escenario donde, especialmente los adolescentes, van construyendo su personalidad en base a la interacción con sus iguales. La clave está entonces en incluir los hábitos de tiempo en pantalla a las demás conductas familiares que sí están reguladas. Los padres deben conocer cuánto tiempo pasan los chicos usando estos dispositivos y saber qué clase de contenido consumen. Deben regular el uso para que no se convierta en abuso, estableciendo un consenso en el límite de tiempo y asegurándose de su cumplimiento. Como límite estimado, se recomienda que el tiempo total no exceda las dos horas diarias (cambio que se puede introducir de forma gradual). De este modo otorgaremos a los chicos más tiempo para hacerse cargo de sus responsabilidades en el hogar, aumentar la interacción social cara a cara (que estimula aprendizajes importantes como el reconocimiento de emociones y uso de lenguaje corporal) e incluso liberar tiempo para encontrar otras formas de entretenimiento que desarrollen otro tipo de destrezas.
Algunas pautas que pueden ayudar a regular el tiempo en pantalla son las siguientes:
• Preséntese como modelo para sus hijos. Disminuya su propio tiempo de exposición remplazándolo por otras actividades como la lectura, o invitando a sus hijos a participar de juegos que usted disfrutaba cuando era niño.
• No permita que la televisión esté prendida cuando la familia se reúne a comer o cuando los niños están realizando su tarea escolar.
• Estimule a sus hijos para participar en juegos que requieran de esfuerzo mental (como juegos de mesa) o físico (deportes, caminar, etc).
• Enseñe a sus hijos a decidir qué programas de tv van a ver antes de prenderla (para que no se distraigan con otros contenidos). Al finalizar el programa, apague la televisión.
• Es importante que no permita que sus hijos coman mientras usan la computadora o miran televisión. Esto favorece aún más el sedentarismo y es un factor de riesgo para desarrollar obesidad.
• Es recomendable que en las habitaciones no existan televisiones o computadoras. El uso de estos dispositivos antes de dormir altera la rutina de sueño.
• Evite la exposición a estos dispositivos al menos media hora antes de la hora de dormir. Puede remplazarla por otro tipo de estímulos como la lectura de libros o escuchar música.
• Si le gusta tener sonido ambiental mientras realiza tareas en el hogar, es preferible que utilice radios o equipos reproductores de música antes que televisores.
• Las primeras semanas puede ser recomendable llevar un registro explícito del tiempo en pantalla, intercalándolo con otro tipo de actividades.
• Ponga alarmas de temporizador para controlar el tiempo frente a la pc, ya que cuando los chicos se distraen, difícilmente llevan un registro del tiempo trascurrido.
• Establezca horarios donde esté permitido el uso de la PC, evitando, de ser posible, el uso durante el día.
Gonzalo Romero
Lic. Psicología
Centro Idea
