La estación de verano estimula el deseo. la doctora Marta Rajtman, especialista en sexualidad del Centro Idea te cuenta por qué

11/01/2016

La estación de verano estimula el deseo. la doctora Marta Rajtman, especialista en sexualidad del Centro Idea te cuenta por qué

11/01/2016

Llegó el verano. ¿Debemos sentir más ganas?

Deber no, pero sin dudas, los 5 sentidos están más activos. Hay mucha luz, esto aumenta la secreción de endorfinas, que alivian el estrés, levantan el ánimo y estimulan la respuesta sexual. El sol acaricia la piel; la vista está muy estimulada- la naturaleza suma nuevos perfumes y ni hablar de las frutas veraniegas que estimulan el gusto. Por eso, todos los sentidos parecen funcionar mejor y con mayor agudeza.

Además en esta estación se produce un aumento de la testosterona, y esto determina un mayor apetito sexual de todos los seres vivos, no sólo de los seres humanos.

Si bien nada científico demuestra que haya más actividad sexual durante estos meses de calor, hay algunos indicios de que efectivamente algo sucede con las personas y su sexualidad en esta época del año.  Por ejemplo, las estadísticas marcan que se conciben más bebes, claramente por un aumento de la frecuencia relacional.

Es más, la industria asegura que se compran más condones, o sea que además parecería haber más conciencia del cuidado de embarazar o contagiarse de alguna enfermedad venérea.

Por otro lado, se usa menos ropa, se muestra más la piel, y las texturas de lo que usamos son mucho más suaves y – para las que se animan- a veces transparentes.

También, alguna teoría indica que lo que ocurre en el verano  se parece a una explosión de pasiones temporales, estacionales, que muchas veces no resisten la prueba del tiempo y la cotidianeidad, distinto del amor, que implica compromiso y tolerancia a lo largo de todas las estaciones.

Sin duda, lo ambiental es una de las muchas variables que incide en la conducta sexual humana, pero hay muchas más.  Porque si sólo se tratara del calor, a todos nos iría mejor en esta época del año y no siempre sucede.

Pero el verano, las vacaciones, anima más, y lo que hace es mejorar el carácter, las ganas de salir y relacionarse Llega un momento en que la ropa empieza a sobrar y eso conlleva una mayor predisposición a las relaciones sociales y, evidentemente a las sexuales.

Marta Rajtman

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